El colonialismo español no solo marcó el sojuzgamiento, la creación de las castas y la opresión a la región de lo que fue llamada la Nueva España convertida hoy en la nación mexicana, sino el mestizaje y sincretismo patente en las manifestaciones de la nueva cultura contemporánea y la imposición del cristianismo con la evangelización y las normas de la Santa Inquisición.
En Taxco eso construyó una ideología pagana-religiosa del cristianismo y cimentó leyendas y narrativas sociales de los acontecimientos novohispanos, que han fomentado parte de la literatura histórica de esta ciudad, así como de la cultura, las tradiciones y el arte. La contribución de estos textos, también permitió adentrarse al género del heavy metal taxqueño, principalmente en la agrupación de Kanan (guardián en maya). Una banda conformada con lo mejor del talento taxqueño entre los años 2005 a 2007.
La temporalidad corta de la agrupación, hoy inexistente, ayudó no solo en convertirse en la primera banda de power metal taxqueño, sino también en llevar la influencia del barroco novohispano, el heavy metal y el discurso del colonialismo y Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en México, basados en las leyendas La Calle de la Muerte y La Estacada para trasladarlas al terreno musical con adaptaciones a dos temas homónimos convertidos en objeto de análisis.
La música atribuida al guitarrista de metal neoclásico David Loza que le da un espacio al barroco novohispano, con un ambiente galopante de poder en las bases del heavy metal con músicos como Jaime Ruiz, Raymundo Ortuño y Marco Antonio Camacho construye una amalgama especial a la letra de La Calle de la Muerte, por la que el vocalista, Carlos Cano se basó para la temática de la intertextualidad del temor a la muerte, y de los prejuicios sociales y religiosos de la sociedad del siglo XVIII.
El texto visibiliza la tónica espiritual y moral del colonialismo y al mismo tiempo el camino hacia el encuentro con la muerte y, el miedo que se genera al localizar la vía después de la vida. Además, enfatiza el valor que tiene la muerte en el mundo terrenal conservando la esencia de la leyenda colonial.
Tú representas al fin
sin clara razón,
tomas tu decisión
guadaña y un rostro
infunden terror.
La Calle de la Muerte en realidad, fue un cementerio ubicado a un costado de la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián, por el que la Cofradía de la Buena Muerte caminó con la esperanza de que los fieles al morir, tuvieran un camino hacia el cielo, por eso hacían procesiones y plegarias para que el alma fuera guiada por la ruta correcta; sin embargo, los miedos de la población novohispana, se marcaron en la letra de esta canción.
En cuanto a la canción La Estacada, de la leyenda del mismo nombre que describe uno de los métodos de tortura que usó la Inquisición para condenar públicamente a una mujer adúltera e infiel a sentarse sobre una estaca de madera para traspasar sus genitales, como un castigo ejemplar para la infidelidad, está adaptada para un contexto musical en el heavy metal con bases del metal neoclásico. En este sentido la armonía musical y la letra van construyendo las asimetrías; y una condena por la injusticia y la política religiosa efectuada por la institución de fe para la tortura y pena de muerte contra los conspiradores y herejes.
Hoy, a tu vida la decidirá una religión.
sin piedad el clero tu muerte dictaminará.
Estacada, infidelidad,
un pecado sin perdón.
Estacada, santurrones van
dirigiéndose a un cruel final.
La canción un tanto Borgiana, por si sola, visibiliza la pena de muerte de la Santa Inquisición, pero al mismo tiempo reprocha y desaprueba el método para quitar la vida a través de un ritual y de una ley religiosa que se impuso por varios siglos, aplicado el Santo Oficio en Taxco, Guerrero.
En la narrativa de las dos canciones que sólo fueron grabadas en demos y presentaciones en vivo, las denuncias de los efectos de la colonización están marcados por el método de castigo usado en los tiempos inquisitorios en Taxco.⚅
[Foto: Carlos Ortiz]
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