Alzo mi voz
- Jesús Bartolo
- hace 56 minutos
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La memoria es lo más sagrado para un pueblo, porque encierra lo que fue, lo que es y lo que seremos. Y mancillar esa memoria con un homenaje a un personaje oscuro, violento y sanguinario obliga a alzar la voz, a tomar una postura, a reclamar y a exigir, en nombre de todos aquellos que fueron violentados a lo largo de la historia en Guerrero, no sólo una disculpa pública, sino el perdón por pasar por encima de las víctimas: desaparecidos, perseguidos políticos, madres, viudas, huérfanos, personas violadas y torturadas, mujeres, hombres y niños con secuelas irreversibles.
Que ese homenaje lo haga una secretaría de Cultura es aún más vergonzoso, porque habla de lo ignara que es la figura que la dirige respecto de la historia de su pueblo. Y que quienes están por encima de ella, en este caso la gobernadora, la sostengan, resulta todavía más ignominioso, porque nos reafirma la insensibilidad de la clase política que gobierna nuestro estado.
Yo, al igual que muchos artistas guerrerenses —poetas, mujeres y hombres de teatro, músicos, artesanos, bailarines, creadores y un largo etcétera—, también exijo la destitución de la secretaria de Cultura de Guerrero, porque claramente no sólo desconoce la historia de nuestro querido estado, sino que la ignoró vilmente y zapateó su homenaje sobre el dolor y la humanidad de quienes vivimos desde hace mucho tiempo con esa herida abierta.
Ni un paso atrás hasta que se vaya Aída Melina. ⚅
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[Foto: Carlos Ortiz]







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