Los gobernantes y los criminales, como hermana y hermano, van cogiditos de la mano
Federico Campbell, La democracia criminalizada.

Berna González Harbour entrevista a Monika Zgustova, autora de Soy Milena de Praga libro sobre la mujer que tradujo Franz Kafka al checo, ya que el escritor, que cumple en 2024 un centenario, escribía en alemán. La entrevista me motivó a releer a Kafka en el contexto de la literatura actual, para entender el sentido del adjetivo: kafkiano. El Pequeño Larousse da cuenta de “una situación inquietante por su absurdidad o carencia de lógica, que recuerda a la atmósfera de las novelas de Kafka. Una situación kafkiana es aquella en la que pasa algo ilógico, casi surreal, que debe de tener una componente escalofriante”.
El domingo 5 de mayo me levanté con el propósito de hallar algún escrito que me invitara a releer a Franz Kafka desde una óptica distinta. En el Babelia que El País dedicó al escritor checo, en su Café Perec Vila Matas regala una de sus notas: la que dejó escrita el 2 de agosto de 1914 en sus Diarios: “Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde, clase de natación”. La nota, más que kafkiana, me resultó de una tremenda indiferencia. Pronto me sumergí en el ilustrativo Diccionario Franz Kafka: el universo del escritor de la A a la Z de José Andrés Rojo, especializado en la literatura centroeuropea. Y antes de sufrir La metamorfosis leí El último motorista donde Manuel Vilas habla de la influencia del checo en la literatura contemporánea.
No tuve suficiente, me sentía un poco frustrado, no lograba captarlo. ¿Qué es lo kafkiano?
Por la tarde la Fiscalía General del Estado de Baja California (FGEBC) anunció la detención e imputación de Jesus Gerardo “N”, alias El Kekas por su presunta responsabilidad en la desaparición y muerte de tres turistas en Ensenada. El lamentable incidente de los hermanos australianos, y del estadounidense fue atendido con una urgencia ilógica, una eficiencia surreal: al gobierno sólo le tomó nueve días esclarecer el hecho y detener a un presunto culpable. Los grupos de familiares en Baja California duran años sin encontrar a sus muertos, se confrontan con la cerrazón e indiferencia de la fiscalía y un montón de trabas burocráticas.
El incidente por sí solo habla de la horrible realidad cotidiana a la que estuvieron sometidos los bajacalifornianos: entre 2016 y 2022 hubo un promedio de 320 desaparecidos, 800 denuncias de desparecidos, y 44 desaparecidos en el presente año. En este lapso la sociedad ha creado grupos para buscar a sus desaparecidos. Aparte del dolo, hay que sumar los obstáculos, el hostigamiento, las amenazas y los ataques por parte del narco ¡y de las autoridades correspondientes!
En lugar de respaldarlos la fiscalía (FGEBC) obstaculiza sus investigaciones, les niega recursos y los deja en la indefensión.
Imaginé a la gobernadora escribiendo en su cuenta de X al más puro estilo kafkiano: Tres extranjeros muertos en Ensenada. Recuerden, hoy, miércoles de mañanera. ⚅
[Foto: Carlos Ortiz]
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