El control y la vigilancia sobre los hombres y las mujeres es un tratado que viene desde tiempos remotos, no obstante, casi siempre es difícil mantener al ser humano sobre la línea del renglón; sin que este se salte a otros planos a los que no pertenece, ni ha sido seleccionado por quienes llevan y enhebran con precisión los hilos del poder dentro de la sociedad. A veces, el hombre y la mujer se revelan y deciden quitarse el yugo y dejan de ser simples marionetas y proceden a darle ese giro necesario al camino andado, para así tener la autoridad suficiente sobre el rumbo que pueden tener las decisiones en su vida y en la de sus seres más cercanos.
El filósofo francés Michel Foucault ya nos dejaba algunos lineamientos en su obra sobre ese control espantoso que la mayoría de las fuerzas económicas, políticas e ideológicas ejercen sobre la sociedad y mucho más sobre aquellos sectores demasiado vulnerables, que por razones oscuras son arrastrados a la punta de lanza de la manipulación y luego, son arrojados terriblemente al vacío de la nauseabunda y retrograda desinformación. Foucault también nos decía que era necesario y de vital importancia romper esos controles, saltar esos cercos y derrumbar esos muros en los que por lo general estamos hundidos y, a la misma vez hacia énfasis en que todo este proceso sería difícil; ya que se necesita ser paciente y por sobretodo alguien dispuesto a disfrutar el sabor del cambio en todos los sentidos, incluyendo nuestro razonamiento.
Desde éstas premisas, creo yo, surge la primera temporada de la serie Loki producida por Disney y Marvel Studios. En esta obra, es bastante notable la influencia de la ficción que se acerca demasiado a la realidad del hombre que habita la posmodernidad y que también ha hecho de esta; un lugar menos sano y cada día más controlado y manipulado por quienes prefieren llevar borregos al matadero, antes que humanos dignos y pensantes, capaces de debatir y aportar al seno de la sociedad. Esta serie también recoge elementos importantes sobre el peso de las decisiones que vamos tomando y con las que se cincela nuestro camino, es por eso que, por ejemplo; el hijo de Odín y hermano de Thor es arrastrado a través de diferentes líneas y espacios en el tiempo que le permiten ver los embrollos que ha causado, pero a la misma vez le dan una luz tenue para que pueda tratar de exculparse y corregir, no sin antes darle una lección que jamás en su vida podrá olvidar.
El trabajo fotográfico en esta serie me ha gustado mucho, y debo decir que es de los pocos que Marvel Studios y Disney han hecho bien, ya que por ejemplo; la paleta de colores y los ángulos están en sincronización siempre algo que me parece maravilloso, puesto que, este aspecto es uno que en rara ocasión se puede destacar en los trabajos de ambas compañías y sus anteriores producciones. Aunado a eso logran manejar correctamente los cambios de luz y los fondos cuando las escenas intercambian entre las diferentes líneas de tiempo en las que transcurre esta muy bien lograda serie.
Hay otro aspecto que también es interesante y que desde el principio nos vuela la cabeza y me refiero al guión. En verdad la manera de dirigir esta serie por parte de Disney y Marvel Studios ha sido épica, han llevado la típica y bastante desgastada narrativa de los héroes a un nivel mucho más intelectual algo que sin duda, es digno de aplaudir ya que al menos yo, no esperaba el giro que tomaría la historia en cada capítulo de esta primera temporada. Es por eso que, creo mucho en la riqueza y el manejo de las figuras literarias, la retórica y la técnica quirúrgica con la que ambas compañías están operando para hacer que esta serie esté a un nivel muy interesante y cause el impacto del que estamos hablando.
Es también bastante destacable que en ese mismo guión del que estamos hablando se haga énfasis en planteamientos específicos del espacio y el tiempo y, a la misma vez se coloque el dedo en ideas esenciales de la obra filosófica del escritor francés Michel Foucault. Esto me gusta mucho, porque también aportan a la creatividad de quienes vemos en la serie no solo un producto para la comercialización, sino también una crítica un tanto indirecta para los sistemas que rigen al hombre y la mujer de una manera dudosa.
La primera temporada de la serie Loki recoge elementos notables del actuar del hombre y de como tales acciones afectan los diferentes tiempos en los que habitamos en la casa común de esta sociedad. Creo que es necesario e importante que este tipo de series que nos invitan al cuestionamiento diario se sigan proliferando, para que no sigamos cayendo en el abismo de la locura posmoderna que ya nos está arrastrando sin compasión alguna.
Loki también puede ser una base para que otros creadores de distintas expresiones con vínculo cercano a la pantalla grande puedan desarrollarse y potenciar su contenido e ideas. Hasta ahora la serie está dejando un buen rollo y de seguir así, puede llegar a ser un producto de explotación para quienes disfrutan de las narrativas que enriquecen y fortifican el pensamiento en la humanidad. ⚅
[Foto: Carlos Ortiz]
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