El defecto del proceso de revocación de mandato es que se realizó asincrónicamente con las elecciones federales.
El proyecto original era que se celebraran al mismo tiempo. Pero la oposición comprendió que, si esto ocurría en 2021, sería como volver a tener a AMLO como candidato y llevarle votos a Morena. Así es que condicionaron su indispensable apoyo a que se hiciera en el cuarto año de gobierno y sin coincidir con otros comicios.
En consecuencia, todo sale muchísimo más caro. Es doble gasto.
Y sobre todo: muy poca gente va a votar.
En México, en elecciones intermedias, suele ir alrededor de 52%, con un INE totalmente metido a convencer al electorado, con partidos derrochando miles de millones en propaganda.
Para que la consulta sea válida se requiere un mínimo de 40% de participación. Y la verdad, ese porcentaje no lo tiene ni Obama. Para sacar a la gente a votar en esos números, tendrían que haberse involucrado todos los partidos y otras partes de la sociedad (y de todos modos hubiera sido difícil).
Pero sólo acudió un sector: el favorable al presidente.
Aún así, la movilización fue impactante. Quien señala como referencia que votó la mitad de quienes sufragaron por AMLO en 2018 obvia que las condiciones fueron muy diferentes.
Ahora sabemos que los 15 a 16 millones de personas que votaron por ratificar a López Obrador son su voto duro.
En 2018, con las maquinarias institucionales y partidistas a todo vapor, Anaya sólo llegó a 12 millones y Meade, a 9 millones.
Este voto duro amloísta (que antes se podía sospechar pero ahora está sólidamente medido y vamos a tomarlo como referencia todos los analistas y estrategas políticos) equivale a cerca del 30% de la gente que sí vota.
Y es lo que, a fin de cuentas, López Obrador quería demostrar: el volumen de su músculo electoral.
En todo caso, la revocación debe volver a ser un recurso útil para la ciudadanía, no para los partidos. Que sea menos costoso y que sí facilite la participación de sectores suficientes del electorado.
Para eso, hace falta sincronizarla con las elecciones federales intermedias.⚅
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