San Florencio escribidor ilumíname, San Mauricio de los letrados dame sabiduría, muéstrenme con su talento lo que falta y lo que sobra, lo demás es historia, yo quiero ir hacia ese hoyo negro y empaparme con su inteligencia, llenar mis alforjas con lo que fue y lo que no es, aprender a hacer lo que nunca hicieron pero ahora escriben, beber de esa intelectualidad que a falta de poder muestran el camino de lo que debieron enmendar y no quisieron, no por falta de dinero o de ganas, sino de abulia, de guevonada pues.
Profetas del hilo negro, oh, damos de la frescura literaria y de los nuevos vientos, denme una señal y seguiré sus enseñanzas, seré un fiel seguidor de cada una de sus líneas, seguiré el camino que forjaron de la política a la ambición literaria y publicaré sesudas disertaciones en cuanto espacio me sea concedido y diré que ustedes son mi inspiración, sacrosantos hombres venidos a menos, a monos escribidores y con perdón de los monos, con su venía se iluminará mi espíritu, con sus pergeñadas notas construiré mi filosofía de vida, de sus venáticas y benevolentes letras estructuraré los nuevos ismos.
Me importará una mierda no haber hecho nada, he aprendido algo, a tiempo pasado, letras, al fin y al cabo, la memoria de los hombres es así, mucho olvida y poco pondera, y a la friolera de los días, maniquíes literarios, uno más que importa, lo importante es volverse líder de opinión, escritor que se cambió de traje, que cambió su piel de víbora a su cuerpo de boa y desde ahí emboba a los bobos como yo.
Y a falta de qué seguir escribiendo, hago oración, San Mauricio de los canallas guía mi mano, dame ideas para no fallar y dar en el blanco, San Florencio de las musas, enmúsame para no enmudecer para que no me haga falta el canto y cantar sus hazañas de asnos letrados.⚅
[Foto: Carlos Ortiz]
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