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1, 2, 3 por mí y todas mis amigas

  • Analí Lagunas
  • 24 nov
  • 2 Min. de lectura

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Del 23 al 24 de octubre de 2025, sucedió la Muestra Estatal del PECDA Guerrero en Iguala, la ciudad donde hace once años comenzaron a faltar 43.

Pese a todo pronóstico de austeridad y críticas que surgieron desde distintos ámbitos del sector cultural y artístico del Estado –que, huelga decirlo, son los pocos que consumen, comentan, cuestionan y ponen en tensión las distintas actividades que se gestan para la cultura y las artes en Guerrero–, la muestra congregó a una generación de creadores bastante diversa, cuyos contextos de formación y creación me permitieron entender un poco sobre dónde están las urgentes necesidades culturales, las áreas de oportunidad y, lo que me parece más interesante, los temas que, como ríos subterráneos, nos conectan de alguna forma con cada una y uno de los creadores que presentaron su trabajo.

Dicho esto, para mí fue muy estimulante descubrir cuántas de las artistas guerrerenses estamos hablando, de alguna forma, sobre nuestra raíz materna. El trabajo de Rose Marie Hernández con Matriz; Michelle Rodríguez Serna y la reconstrucción de la figura de su abuela a través de la memoria colectiva; Ángela Espino y la voz de tantas mujeres que le enseñaron a bordar; Marlitt Almodóvar y la memoria de las esporas; el poderoso ejercicio de rastreo que hizo Teresa Cebrero para construir un disco con las voces de mujeres protagonistas de la diáspora negra. Desde luego, el trabajo de Flor Venalonso, que en su poemario utiliza la voz poética para hablar de la tarea de cuidado tan pesada que lleva su abuela. Qué impactante, cuánta pasión en sus palabras. Y el trabajo de Sofía Alvarado, a quien finalmente, y luego de dos periodos de ser compañeras de generación en estos programas de becas, pude escuchar en persona y descubrir que ambas somos humanas y no una invención holográfica de la mátrix.

Qué refrescante descubrir que la creación artística de nuestro estado está integrándose con adolescentes creadores como Leyda Contreras García, cuyo trabajo hace una crítica poderosa sobre la (im)pertinencia de las campañas políticas. Su voz creativa es tan potente que más de un funcionario estatal levantó la ceja al tener entre sus manos un fanzine que hace una excelente sátira de la imagen desgastada de los políticos durante las campañas.

Fue revitalizante descubrir que la obra de las 19 mujeres guerrerenses que integramos esta generación está abordando temas que nos alejan de los desgastados y estereotipados asuntos que históricamente nos han hecho creer que “pertenecen a la creación artística femenina”. Hay una generación nueva de creadoras que estamos empujando y sacudiendo los cimientos del acendrado machismo artístico y cultural de Guerrero, donde hasta los corresponsales de medios de comunicación siguen decidiendo de quién difundir trabajo artístico desde parámetros misóginos. Mujeres para quienes ya no resulta necesario sexualizarse durante las presentaciones de libro ni sumarse al trend topic del momento para estar vigentes. Mujeres dispuestas a incomodar, a salirnos de la norma, mujeres que estamos comenzando a entender que es válido decir 1, 2, 3 por mí y todas mis amigas, porque queremos y podemos elegir trabajar y acompañarnos de mujeres con quienes sentimos afinidad.

Y todo esto sucedió en apenas veintidós horas. ⚅

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[Foto: David Espino]

 
 
 

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