top of page

Café

  • P. Víctor Hernández
  • 8 sept
  • 1 Min. de lectura
ree

¿Cómo es que buscamos lo que al mismo tiempo despreciamos?

Despreciaba al espacio familiar y al mismo tiempo buscaba un ámbito donde se pudiese hablar sin represión, sonreír sin discreción. El ambiente en el café era totalmente familiar. Los acuerdos eran implícitos, todos sabían lo que iban a ganar y lo que iban a perder. Todos estaban conformes con sus pagas y sus pagarés. La sonrisa falsa era el camino para encontrar a la verdadera, por lo tanto, no había queja final. No había espacio hipócrita para sentirnos traicionados. Todo era un camino para sentirnos libres, contentos y amables con nosotros mismos. Si el cielo existe, en él debería estar Esther, que servía el café como un ángel puntual que, atenta, esperaba siempre el momento adecuado. Con su sonrisa de niña que siempre quiere ser simpática, y lo que es mejor: lo lograba con la elocuencia de la sinceridad. El cielo tiene la forma de un café donde todos sirven para algo sin que nadie tenga que mandar. ⚅

________

[Foto: Paul Medrano]

 
 
 

1 comentario


Invitado
10 sept

El café, no es lo mío. El usar "todo", simplifica el texto.

Me gusta
bottom of page